Deseo escribir un todo emergente de mi consciencia,
aunque me lo impida aquel árbol y su devenir.
Utinam, utinam, utinam...
Al dibujar cada letra, también desde el interior,
quede ahí y jamás se mueva.
Utinam, utinam, utinam...
No sólo el viento me lo impide,
también lo itinerante de su mirada.
Sumo el hedor,
y mis oídos a la inversa.
Utinam al ser yo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario